Los besos, en la mayoría de los casos, son una experiencia emocionante y maravillosa, a veces incluso inesperada. Sin embargo, no debemos olvidar que los besos apasionados, además de transmitir sentimientos y sensaciones a nuestra pareja, también pueden ser una forma fácil y eficiente de propagar infecciones de transmisión sexual.
Dentro de las diversas formas de transmisión de enfermedades conocidas, encontramos la transmisión oral, que incluye la propagación de bacterias a través de la saliva, los alimentos o las bebidas. Cuando besamos a alguien, la acción de tragar permite que la saliva contaminada llegue a la garganta y penetre en nuestro organismo, lo que puede dar lugar a infecciones como la mononucleosis infecciosa, comúnmente conocida como «enfermedad del beso», causada por el virus del Epstein-Barr (EBV) y el citomegalovirus (CMV). Además, algunas bacterias, como el Streptococcus, pueden adherirse a las superficies internas de las mejillas, la boca, la lengua o los dientes, lo que provoca infecciones de las encías y la garganta, como la amigdalitis.
Las superficies mucosas del tracto respiratorio comparten similitudes anatómicas y espacios, como la nariz, la boca y la garganta. Esto significa que los microbios presentes en la saliva pueden propagarse al tracto respiratorio y causar resfriados y otras enfermedades de las vías respiratorias altas.
La saliva desempeña un papel importante en la protección contra las infecciones, ya que tiene propiedades de lavado y barrido natural debido a su flujo continuo. Las personas deshidratadas tienen un mayor número de bacterias en la boca, ya que la disminución del flujo salival reduce este efecto de limpieza. La saliva también contiene anticuerpos, proteínas antimicrobianas y una flora bucal normal, compuesta por bacterias «buenas» que ayudan a prevenir el crecimiento de bacterias «malas». Sin embargo, cuando la resistencia natural de la boca se ve comprometida, la propagación de enfermedades a través de la saliva puede ocurrir. Por ejemplo, la deficiencia de vitamina C puede aumentar la prevalencia de enfermedades de las encías, y el uso prolongado de antibióticos puede favorecer la aparición de candidiasis oral.
Algunas enfermedades que se pueden transmitir a través de la saliva incluyen:
- Mononucleosis infecciosa: Es una infección causada principalmente por el virus de Epstein-Barr, aunque en casos raros también puede ser causada por el citomegalovirus. Se propaga a través de la saliva, razón por la cual se conoce comúnmente como la «enfermedad del beso». Los síntomas suelen incluir fiebre, dolor de garganta e inflamación de los ganglios linfáticos, especialmente en el cuello. El tratamiento se centra en aliviar los síntomas a través del reposo, la hidratación adecuada, medicamentos para el dolor y la fiebre, y gárgaras de agua tibia con sal para aliviar la
irritación de la garganta. La mayoría de las personas se recuperan en un período de dos a cuatro semanas, y las complicaciones graves son poco frecuentes. Sin embargo, es posible que persista la sensación de cansancio durante varios meses después de superar la enfermedad.
- Herpes: Existen dos tipos de virus del herpes simplex (HSV). El herpes oral, también conocido como ampollas febriles o calenturas, está causado por el virus del herpes simplex tipo 1 (HSV-1) y se transmite a través de las lesiones activas en los labios o alrededor de la boca. El herpes es contagioso en todas sus etapas, especialmente cuando las lesiones están ulceradas y presentan drenaje de líquido. Se puede adquirir a través de besos, pero también puede propagarse mediante el uso compartido de utensilios y vasos. La infección puede manifestarse como una única aparición aislada o como infecciones recurrentes. Los síntomas incluyen sensación de ardor o picazón, seguida de la aparición de pequeñas ampollas que se rompen y forman úlceras abiertas. Finalmente, se forma una costra y, después de unos días, la lesión se cura sin dejar cicatrices. Aunque actualmente no existe una cura para el herpes, se pueden utilizar tratamientos efectivos para controlar los brotes.
En cuanto al VIH y la hepatitis B, son enfermedades de transmisión sexual y sanguínea. Aunque se ha demostrado que el VIH está presente en la saliva, la concentración del virus es tan baja que no es suficiente para causar una infección. De hecho, hasta ahora no se ha informado de ningún caso de transmisión del VIH a través de la saliva. Por otro lado, se ha documentado la transmisión de hepatitis B en casos en los que hay heridas sangrantes en la boca o enfermedad periodontal que provoca sangrado de las encías. La hepatitis A se transmite a través de la exposición fecal, como el consumo de agua contaminada o el contacto oral-anal, mientras que la hepatitis C requiere una exposición a sangre infectada.
Aunque las enfermedades transmitidas a través de la saliva no se consideran en su mayoría infecciones de transmisión sexual (ITS), es importante destacar que los besos de boca a boca generalmente solo transmiten el herpes, a diferencia del sexo oral (contacto bucogenital), que puede propagar numerosas ITS como la gonorrea, la sífilis, los condilomas genitales, la clamidia y las hepatitis A, B y C.
https://www.medmesafe.com/es/prueba-de-enfermedades-de-transmision-sexual-7-ets
Clément Destoumieux
ACTUALMENTE: + 20 años en proyectos legales complejos y de tecnología en Francia, Reino Unido y España Experto en BioExpert, red exclusiva de expertos en los sectores de ciencias de la vida e inversión. Coordinador de startups de ANIS (Asociación Española de Periodistas Sanitarios) Líder e-health en la Asociación Española de Start up Miembro activo de ASEBIO (Asociación Líder Española de Biotecnología) PASADO: Sociedad Española Informática de la Salud MBA en École Des Mines – Nantes Máster en Ipag Business School de París